Claqueta Quemada un blog de cine para comunicadores audiovisuales Claqueta Quemada: 2012

viernes, 28 de diciembre de 2012

Polanski y su forma de perturbar


Repulsión (1965), de Roman Polanski Con Catherine Deneuve, Ian Hendry, John Fraser, Ivonne Fourneaux.



Según los sicoanalistas, en nuestra infancia se encuentra la explicación de
toda nuestra conducta. Me pregunto si la infancia de Carol Ledoux (Catherine Deneuve) habrá sido lo suficientemente horrible como para haberla convertido en uno de los monstruos clásicos del cine. La única referencia a la niñez de Carol es una fotografía familiar, donde se la ve completamente abstraída de la felicidad que demuestran sus familiares. Así de abstraída, distante e infantil se manifiesta al comenzar la película, cuando la vemos como una manicurista que trata de concentrarse en su oficio, mientras su mirada se pierde en la profundidad de cualquier lugar. Es una muchacha de unos 25 años en extremo hermosa, con una cabellera  rubia que vence el blanco y negro de la película. Inocente, quizá mística, mira extática a unas monjas que juegan en el patio de un convento, frente al piso que comparte con su hermana. Hasta ahí sólo una chica excéntrica, al parecer con un gran vida interior.

Lo perturbador viene de cierto rechazo o repulsión a ciertas cosas: Siempre está limpiando su cara y sus ropas, al igual como lady Macbeth lavaba frenética sus manos. La señora Macbeth lo hacía por la culpa que le provocaban los muchos asesinatos que instigó y en los que  colaboró... ¿cometió algún crimen Carol? Cuando Colin, un joven que conoce en la calle la besa, Carol corre hacía el baño de su hogar para lavarse los dientes…el sexo, el contacto humano la asquea. Esto queda corroborado con la molestia que siente Carol ante las frecuentes visitas de su cuñado, que hace el amor con su hermana en la pieza contigua a la de Carol... la pobre debe escuchar los gemidos de la pareja en la mitad de la noche. También debe aguantar como este típico macho usa su baño y deja su navaja, su cepillo de dientes y su hisopo junto con sus cosas.
Hay algo inquietante en "Repulsión", que es el no saber el origen del malestar de la señorita Ledoux. En su tiempo, le preguntaron al director, Roman Polanski, si Carol había sido violada en su niñez, lo que explicaría su rechazo al sexo y su infantilismo (una regresión a la época anterior a la violación, para así protegerse del trauma). Polanski guardó silencio. Puede que Ledoux sólo sea un caso de esquizofrenia, un desarreglo químico mayor en su cerebro. Estas son cosas que nunca sabremos.
 Lo realmente notable en esta historia es la etapa del encierro de la protagonista, que decide recluirse y tirar la llave una vez que se sabe incapaz de vérselas con el mundo, ocasión que coincide con el viaje que realiza su hermana con su novio a Italia. La soledad se encarga de acabar con el frágil lazo que une a Carol con el mundo real. Alucinaciones de contenido sexual aparecen tenues para volverse en extremo violentas. Las paredes del departamento comienzan a partirse, mostrando aterradoras grietas; un obrero de la construcción que siempre piropeaba a Carol, aparece en el departamento y la sodomiza sin piedad, mientras ella yace boca abajo en su cama, vestida con un camisón blanco.
Una vez que las alucinaciones se apoderan de Carol, el botón que abrirá las compuertas del horror se activa, acabando con todo a su paso. Así, Carol se transforma en una de las sicópatas más famosas del cine.
Esta película es considerada un clásico del horror moderno y del cine arte y creo que también es un clásico del cine sobre la alienación humana, tal como aquella obra maestra llamada Taxi Driver. Tanto Carol como Travis son dos personas absolutamente desconectadas de la realidad, son dos bombas a punto de estallar. Y lo hacen, al igual como ocurre, de tanto en tanto, en las noticias internacionales. Un tema que era revolucionario en los años 70 se ha convertido casi en un lugar común en la vida de muchos.
Espeluznante.